Este suizo dejó un trabajo prestigioso, vendió todas sus cosas y se fue a África para salvar animales mutilados.
Ya hemos leído muchas historias de personas que deciden renunciar a todo -su comodidad, su lujoso apartamento, un trabajo de oficina bien pagado y otros beneficios de una vida cómoda- para escapar de lo ordinario, viajar por el mundo y vivir una vida “real”.
Dean Schneider, de 26 años, suizo, demuestra que no se necesita mucho dinero para hacer realidad un sueño. Lo único que necesitas es valor.
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