El 8 de mayo es el Día Mundial del Burro, pero hay lugares en los que los burros se celebran todos los días: yo trabajo para Il Rifugio degli Asinelli, el Santuario Italiano del Burro, una organización benéfica creada en 1969, con sede en el Reino Unido, pero que trabaja en todo el mundo para proteger a los burros, concienciar a la gente y ayudarla a entender lo hermosas que son estas criaturas a menudo incomprendidas.

En nuestro Rifugio viven 135 burros y mulas (una mezcla de papá burro y mamá caballo), la mayoría de los cuales han sido rescatados después de haber sido maltratados y abandonados. Aquí, en Sala Biellese, en el norte de Italia, ayudamos a sus cuerpos y almas a recuperarse: los jóvenes sanos pueden encontrar un nuevo hogar (siempre en parejas, ya que los burros tienen fuertes vínculos y a menudo un mejor amigo para toda la vida), mientras que los “burros grandes” o los que sufren enfermedades tienen garantizado un lugar seguro para pasar el resto de sus vidas.

Siempre que tengo algo de tiempo libre, salgo con mi cámara y hago fotos, para compartir su belleza con todo el mundo.

Todos mis “burros modelo” han superado momentos difíciles: son luchadores y a veces supervivientes. Y aunque en algunos casos los humanos que conocieron antes de ser rescatados por nuestra organización benéfica revelaron lo peor de la humanidad, estos burros enseñan la lección del perdón y nos muestran que las vidas difíciles no tienen por qué endurecer nuestros corazones.

Los burros son inteligentes, curiosos, juguetones, amistosos, a veces malos… y cada uno es único. Echa un vistazo a los preciosos niños y niñas de orejas largas que viven en Il Rifugio, ¡seguro que te enamoras de ellos como yo lo hago cada día!